miércoles, 13 de marzo de 2019

Presentación Área Lengua Castellana


ÁREA LENGUA CASTELLANA
PRESENTACIÓN
Para el área de humanidades en pleno los estudiantes son seres llenos de significados y sentidos que se desarrollarán a partir de su interacción con la cultura propia y la extranjera. A través de estos procesos culturales de enseñanza – aprendizaje y de comparación – contraste, se busca humanizar y concientizar a los jóvenes frente a la necesidad de mejorar el lenguaje que utilizan en todas sus manifestaciones, y además, la necesidad de adquirir una lengua extranjera y utilizarla adecuadamente. Se busca entonces, afianzar en las jóvenes su responsabilidad y autonomía, y para tal proceso el lenguaje será el mediador del aprendizaje en un mundo altamente codificado, complejo, y en constante evolución, por lo cual esta herramienta lingüística será la base para lograr una mejor comprensión entre los seres humanos.
Este entendimiento social sólo se logrará a partir de una ética de la comunicación que permita el conocimiento y la apropiación del lenguaje en sus diferentes expresiones, y la adquisición de una visión de un mundo propio y autónomo para el desarrollo de la singularidad, así como, la construcción de principios básicos para la interacción social entre los que están los deberes y derechos de la comunicación, sus alcances y límites, la claridad y el respeto de los papeles y turnos en las conversaciones, la relación entre lenguaje y poder; la interacción como espacio de reconstrucción y transformación de lo social, donde el lenguaje le facilite al sujeto la participación en los procesos democráticos como personas que analizan, debaten y argumentan.
Es necesario también, adquirir una conciencia de solidaridad internacional, toda vez que desde el área se privilegiarán procesos de comprensión, interpretación, análisis y producción de textos en el idioma propio y en el idioma extranjero, lo cual hará competentes a los estudiantes en la lectura a nivel intertextual y extra-textual. De ahí que ellos estarán en condiciones de acercarse a la realidad mundial, a sus problemáticas y a sus retos, haciéndoles por consiguiente seres conscientes y comprometidos con la constante evolución del mundo. Desde esta dinámica, se forma además al estudiante para el esfuerzo y el trabajo debido a que la construcción de textos en el idioma propio, y aún más en el idioma extranjero, exige de éstas disciplinas para desarrollar la cohesión y la coherencia, lo cual es una tarea ardua de construir.
Entre otras cosas, el interés y el respeto por la identidad cultural y el respeto por los grupos étnicos, una vez que se trabaja a partir de un eje referido a los procesos culturales, propios y extranjeros, y a los procesos estéticos asociados al lenguaje, donde el contacto con la literatura permite hallar la convergencia de las manifestaciones humanas, identificar tendencias, rasgos de la oralidad, momentos históricos, autores que lo ponen en contacto con otros mundos, con otras realidades, con otras culturas; que por ser diferentes están en la obligación de respetar y valorar. Desde el área se aporta al alcance de los objetivos de cada nivel y en forma específica a la formación del joven, en la medida que se posibilita el conocimiento y apropiación del lenguaje como herramienta superior “que configura el universo simbólico y cultural de cada sujeto”, puesto que el sujeto se constituye en ese proceso de significación de espacios socio-culturales complejos y se desarrolla en términos de la función simbólica, en diálogo con la cultura y en una interacción estrecha entre su mente y la cultura.
Desde su enfoque semántico, comunicativo y significativo, el área de humanidades supera el simple hecho de conocer un tema superficialmente, llevando al estudiante al hacer, y desarrollando en él competencias comunicativas básicas (leer, hablar, escribir, y escuchar adecuadamente) en el idioma propio y en el idioma extranjero, como punto de partida para la realización de un saber hacer en contexto acorde con las exigencias, necesidades y problemas personales y comunitarios.  Saber hacer que, por demás, estará orientado al conocimiento y comprensión del entorno cercano y lejano, a la interacción con los otros y con lo otro; como forma de garantizar mayores niveles de entendimiento, convivencia y paz, y al quehacer investigativo como proceso que en la actualidad debe permear, el quehacer de la práctica educativa, desde una visión oncológica donde lo fundamental será la formación de un ser pluridimensional. De igual manera, el lenguaje posibilita el desarrollo del pensamiento formal, construyendo un ser analítico y crítico que aporta a la solución de los problemas del mundo circundante.




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